"Las abejas esconden un secreto sorprendente. Cuando la colmena pierde a su reina, todo parece perdido, en pocas semanas, la colonia podría estar condenada. La vida en la colmena se desacelera. Sin nuevos huevos, el futuro está perdido. Pero las abejas no entran en pánico. Tampoco esperan la salvación desde fuera. Demostrando una inteligencia colectiva extraordinaria e instintos profundos, activan un proceso de transformación con una elección simple, pero esencial, las abejas obreras eligen larvas comunes para recibir un alimentación especial: JALEA REAL. Las larvas alimentadas exclusivamente con esta sustancia rica en proteínas, vitaminas y compuestos bioactivos, acaban desarrollando su cuerpo de forma distinta: los ovarios se activan, el cuerpo crece más grande, más fuerte, la esperanza de vida se multiplica casi por veinte. Esta metamorfosis no solo salva a las larvas, sino también salva a la colmena. No es el ADN el que determina el destino, lo determina la nutrición, la atención, la  decisión de la colmena. En el mundo de las abejas, una reina no nace, a una reina se le apoya, se le alimenta y se le guía. Una reina, se crea." José Martín.